Recientemente, se ha descubierto que las células senescentes, es decir, las células envejecidas que han perdido la capacidad de dividirse, podrían tener un papel importante en la curación de los tejidos dañados en el cuerpo.
Durante mucho tiempo, se creyó que las células senescentes eran perjudiciales para el cuerpo, ya que se acumulan con el tiempo y se sabe que están involucradas en el envejecimiento y las enfermedades relacionadas con la edad. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que estas células también tienen un lado positivo.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en San Francisco encontró que las células senescentes pueden desempeñar un papel clave en la curación de las heridas. Los investigadores descubrieron que cuando una herida se produce en un tejido, las células senescentes cercanas a la zona dañada se activan y secretan una serie de factores de crecimiento y proteínas que ayudan a iniciar y promover el proceso de curación.